Cuando una relación se acaba (o, más bien, se transforma) el amor que hay no debería notar ningún cambio.
Si realmente amas a la otra persona, la quieres libre aunque eso signifique no estar a su lado tal y como te gustaría o compartir tu vida codo con codo con ella.
Cómo dice @elenadelcristo en #viajamor1: “que lo mismo que nos unió ayer, sea lo mismo que nos separe hoy”.
Y que así sea.