De mí nace lo que llevo dentro, y lo hace desde mis entrañas más profundas. Es así como de mí oscuridad nace mi propia luz. Qué necesario estar en contacto con nuestras sombras para poder visibilizar y apreciar la luz que también tenemos. No hay luz sin sombra. No hay crecimiento sin recogimiento. Aún acurrucada veo todo lo que está creciendo a mi alrededor y estoy asombrada. Me voy a quedar un ratito más así, me siento cómoda. A ver qué surge.