Para estar conmigo y encontrarme a mi misma. Me ha dado cuenta de que me echaba de menos, mucho, y que no me gustaría estar en ningún otro sitio que conmigo. Me estoy sorprendiendo en este camino y veo el reflejo de mi vida en esta aventura que comenzó hace tres días. En realidad, empezó mucho antes de ponerme las botas y empezar a caminar. Estoy siendo consciente de cada paso que doy, de mi respiración y de lo que me rodea. Esta siendo, sin duda, el viaje de mi vida.
Para aprender a vivir el momento, el aquí y ahora. Vivir en presente, sin pensar en lo que has dejado atrás ni en lo que vendrá. Vives el momento y lo das todo. Estás presente.
Para despegarse de las personas, los sitios, las comodidades, lo conocido… Y lanzarte al vacío, al no saber, y confiar. Confiar mucho.