Anteponer nuestro propio centro frente al de los demás es abrazarnos cálidamente desde bien dentro del alma, aceptarnos tal y como somos (con nuestros soles y nuestras sombras), responsabilizarnos de los fuegos que nos crean nuestrxs niñxs cuando les tocan las heridas, comprometernos con la red de vínculos que tejemos, y querernos cada día un poquito más que ayer 🔘