Siempre que vengo a Santiago de Compostela voy al parque de la Alameda a reencontrarme con Valle-Inclán e inmortalizar el momento.
La primera foto es de enero 2017 (justo antes de empezar terapia), la segunda de noviembre 2017, y la tercera, ahora, de diciembre 2018.
Me gusta ver como él permanece impasible al paso del tiempo y yo puedo observar el cambio que he hecho en el último año, tanto por dentro como por fuera.
Nos vemos pronto, Valle!